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BUENOS AIRES, Argentina
ME LLAMO ANALIA, TENGO 28 AÑOS Y SOY ACUARIANA. MI FECHA PROBABLE DE PARTO ES EL 04 - 08 - 2010. SERA MI PRIMER HIJO/A. MI INTENCION ES COMPARTIR CON USTEDES ESTA FELICIDAD INMENSA QUE SIENTO. ESPERO QUE LES GUSTE MI BLOG. BESOS!!!

PANZA

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08-03-2010

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28-01-2010

lunes, 8 de marzo de 2010

CONOZCA LAS VACUNAS QUE LE COLOCARA EL MEDICO A SU HIJO/A

EXPLICACIÓN DE LAS VACUNAS
¿Le interesa aprender más sobre las vacunas que recibirá su hijo? ¿Se pregunta qué es lo que contienen las vacunas? A continuación le ofrecemos información básica sobre las vacunas habituales en la niñez.

Hepatitis B (HepB)
La HEPATITIS B es una enfermedad hepática que se propaga mediante el contacto con la sangre u otros fluidos corporales de una persona infectada. Las personas que se
contagian de la enfermedad de un modo crónico pueden sufrir graves problemas, como cirrosis (lesiones del hígado) o cáncer hepático. Alrededor de 5,000 personas
mueren anualmente debido a las complicaciones de la hepatitis B crónica.
Descripción de la vacuna. La vacuna contra la hepatitis B se compone de una fracción del virus de esta enfermedad. Dado que las tres aplicaciones de la vacuna por
lo general confieren inmunidad de por vida, la dosis aplicada luego del nacimiento o poco tiempo después implica que el bebé probablemente nunca tendrá que preocuparse
de contagiarse de hepatitis B. La dosis. Se deben administrar tres dosis de la vacuna. Generalmente, la primera se aplica después del nacimiento del bebé (aunque también puede colocarse durante los 2 primeros meses); la segunda se administra
entre 1 y 4 meses, y la tercera entre los 6 y 18 meses.

Rotavirus (Rota)
El ROTAVIRUS es un virus intestinal sumamente contagioso. Se propaga fácilmente mediante el contagio con las manos o los objetos contaminados y a través del aire,
e infecta a casi todos los niños de cinco años. La enfermedad, que comúnmente aparece entre noviembre y mayo, provoca más de 400,000 visitas al consultorio
médico y más de 55,000 hospitalizaciones a causa de diarrea, vómitos y deshidratación, todos los años en Estados Unidos. El rotavirus es el causante de 20 a 60 muertes anuales en los Estados Unidos. Los síntomas incluyen fiebre, malestar estomacal y vómitos, seguidos por diarrea que puede durar de tres a ocho días.
Descripción de la vacuna. La vacuna contra el rotavirus se sumó al cronograma de inmunización en 2007. Es una vacuna oral (un líquido que se introduce en
la boca) que contiene el virus de esta enfermedad (aunque debilitado). Los estudios demuestran que la vacuna de tres aplicaciones previene cerca del 75 por ciento
de los casos de rotavirus y el 98 por ciento de los casos graves de la enfermedad.
La dosis. Se deben administrar tres dosis orales a los 2, 4 y 6 meses.

Difteria, tétanos, tos ferina (DTaP)
La DIFTERIA se propaga mediante la tos y los estornudos. Al principio causa dolor de garganta, fiebre y escalofríos. Además puede causar la formación de una capa gruesa
en la parte posterior de la garganta que obstruye las vías respiratorias y dificulta la respiración. Si no se trata a tiempo con el medicamento adecuado, la infección
causa una toxina (veneno) que se disemina por el cuerpo y, posteriormente, causa insuficiencia cardíaca o parálisis. En realidad, aproximadamente 1 de cada 10 personas infectadas muere de difteria.

El TÉTANOS no es una enfermedad contagiosa. Normalmente, el tétanos invade el organismo de una persona a través de una herida o un corte cuando este entra en
contacto con la tierra, basura o abono donde se encuentra la bacteria. Los síntomas, que pueden tardar tres semanas en aparecer incluyen dolor de cabeza, irritabilidad,
rigidez de la mandíbula y el cuello y después calambres dolorosos en los músculos de todo el cuerpo. Existen alrededor de 50 casos al año de tétanos en los Estados Unidos, y 1 de cada 10 personas que contraen la enfermedad, muere por ello.

La TOS FERINA (también conocida como tos convulsiva) es una infección bacteriana muy contagiosa de transmisión aérea que causa tos violenta y rápida, además de un
sonido estridente en la inhalación. Los bebés que se contagian de la enfermedad a menudo deben ser hospitalizados. Entre 20 y 40 niños menores de 3 meses mueren a
causa de la tos ferina cada año en Estados Unidos. Descripción de la vacuna. La DTaP es una vacuna combinada que le protege contra las tres enfermedades: difteria
(D), tétanos (T) y tos ferina (P). Los tres componentes de la vacuna están “inactivados”, esto significa que están suprimidos y que no pueden causar la enfermedad. La “a” significa “acelular”, es decir, que la vacuna contra la tos
ferina contiene sólo fracciones de la bacteria de la enfermedad y no la célula completa. La dosis. Se deben administrar cinco dosis de la vacuna
DTaP. Las vacunas se aplican a los 2, 4 y 6 meses, seguidas por una vacuna de refuerzo dentro de los 15 y 18 meses, y otra más de refuerzo entre los 4 y 6 años. Dado que la protección de esta vacuna en particular puede desaparecer en el transcurso del tiempo, se recomienda administrar la vacuna de refuerzo (DTaP) a los adolescentes entre los 11 y 12 años.

Haemophilus Influenzae tipo b (Hib)
La enfermedad por HIB antes era la causa principal de la meningitis bacteriana en los niños menores de 5 años. En la década de los ochenta, antes de que hubiera una vacuna eficaz contra la Hib, 1 de cada 200 niños se contagiaban de esta enfermedad. De estos niños, 1 de cada 4 sufría daño cerebral permanente y aproximadamente 1 de
cada 20 fallecía. La enfermedad se propaga a través del aire cuando una persona tose, estornuda e incluso respira. Si la bacteria llega a los pulmones, puede extenderse al cerebro y otros órganos. Descripción de la vacuna. La vacuna contra la Hib está elaborada a partir del polisacárido capsular de la bacteria Hib (en otras palabras, está compuesta de sólo una fracción de la bacteria). La dosis. Por lo general, se recomiendan cuatro dosis, que se administran a los 2, 4 y 6 meses, y posteriormente entre los 12 y 15 meses de edad (aunque una sola marca
de la vacuna requiere solamente tres dosis: a los 2 y 4 meses, y entre los 12 y 15 meses).

Antineumocócica (PCV)
La enfermedad NEUMOCÓCICA es una causa común de infecciones de oído, neumonía, meningitis e infecciones sanguíneas. Las infecciones neumocócicas invasoras
pueden incluso causar la muerte en algunos niños. Se propaga por el contacto entre personas y es más común durante el invierno y a principios de la primavera.
Descripción de la vacuna. La vacuna antineumocócica conjugada es una vacuna inactivada (suprimida) elaborada a partir del polisacárido capsular de la bacteria neumocócica. Esta vacuna otorga inmunidad a las siete cepas diferentes de esta bacteria que causa las infecciones más graves en los niños. La dosis. Se recomiendan cuatro dosis de la vacuna. Se deben administrar a los 2, 4 y 6 meses, y posteriormente entre los 12 y 15 meses.

Poliovirus inactivada (IPV)
La POLIOMIELITIS es una enfermedad que ha causado parálisis en millones de niños en todo el mundo. Aparece a consecuencia de un virus que se esparce principalmente
a través del contacto con las heces de una persona infectada (por ejemplo, al cambiarle los pañales a un bebé) y puede ocasionar graves dolores musculares y
parálisis en pocas semanas. Sin embargo, algunos niños que padecen la enfermedad experimentan sólo síntomas leves similares a los del resfrío o en determinados casos,
ningún síntoma en absoluto. Descripción de la vacuna. La vacuna antipoliomielítica
utilizada en Estados Unidos presenta tres tipos de virus inactivados (suprimidos) de la poliomielitis. La dosis. Los niños deben recibir 4 dosis de la vacuna a los
2, 4 y 6 a 18 meses, y posteriormente entre los 4 y 6 años.

Influenza
La INFLUENZA (también conocida como gripe) es una enfermedad estacional causada por un virus y que se disemina a través del estornudo, la tos e inclusive la respiración
o llevarse la mano a la boca luego del contacto con una superficie donde se encuentra el virus. Los síntomas de la influenza incluyen fiebre, dolor de garganta,
tos, dolor de cabeza, escalofríos y dolores musculares. Las complicaciones pueden abarcar desde infecciones en los oídos e infecciones del sinus hasta neumonía e incluso la muerte. La influenza se diferencia de la mayoría de
las demás enfermedades prevenibles con vacuna porque los virus cambian constantemente, lo que implica que la inmunidad adquirida en un año puede no protegerlo contra los virus futuros de la gripe. Por esta razón se
recomienda aplicar una vacuna anual. Descripción de la vacuna. La vacuna antigripal contiene las cepas inactivadas del virus de la influenza que se han determinado ser las causantes más probables de la enfermedad en un año en particular. La vacuna reduce las posibilidades de enfermarse de gripe hasta un 80% durante la estación en la que aparece. La dosis. Se aconseja la administración de una dosis anual en octubre o noviembre en los niños de 6 meses en adelante. Los niños menores de 9 años que reciben la vacuna por primera vez necesitan dos dosis con una separación
entre sí de al menos 4 a 6 semanas. A partir de los 2 años, los niños podrían aplicarse una dosis anual de vacuna contra la influenza que se aspira por la nariz en
lugar de inyectarse.

Sarampión, rubeola, paperas (SPR)
El SARAMPIÓN es una enfermedad altamente contagiosa que causa fiebre, mucosidad, tos y sarpullido en todo el cuerpo. Esta enfermedad también puede desarrollarse y
causar neumonía, inflamación del cerebro (encefalitis), convulsiones, daño cerebral e incluso la muerte.

Las PAPERAS (al igual que el sarampión) se propagan a través del aire y causan la inflamación de las glándulas salivales, lo que lleva a que las mejillas y el maxilar inferior se hinchen. Esta enfermedad puede causar meningitis, encefalitis, sordera o incluso la muerte.

La RUBEOLA (también conocida como sarampión alemán) se propaga a través del aire y causa fiebre, un leve sarpullido en la cara y el cuello, y en niños más grandes y en
adultos, la inflamación dolorosa de las glándulas en la parte posterior del cuello y síntomas en las articulaciones del tipo de la artritis. El peligro mayor de rubeola es para el feto quien, si la madre contrae la enfermedad durante el principio del embarazo, corre el riesgo de nacer sordo, ciego, sufrir daños cerebrales o defectos del corazón. Descripción de la vacuna. La vacuna SPR contiene los virus debilitados del sarampión (S), las paperas (P) y la rubeola (R). La dosis. Se recomiendan dos dosis. La primera se debe administrar entre los 12 y 15 meses, y la segunda entre
los 4 y 6 años.

Varicela
La VARICELA antes era una de las enfermedades más comunes en la niñez. La varicela causa fiebre, adormecimiento y un sarpullido con picazón que se asemeja a las
ampollas y que aparece en todo el cuerpo. Se propaga fácilmente a través de la tos, los estornudos, la respiración y por el contacto con los fluidos de las ampollas.
Aunque es una enfermedad leve, en determinadas ocasiones causa problemas más graves, tales como encefalitis (enfermedad del cerebro), neumonía, infecciones bacterianas
y en raras circunstancias la muerte. Los recién nacidos y aquellos que contraen la enfermedad cuando son más grandes tienen una mayor probabilidad de desarrollar
graves complicaciones. Descripción de la vacuna. La vacuna contra la varicela
está elaborada a partir del virus vivo (pero debilitado) de la enfermedad e impide su aparición en el 70 a 90 por ciento de las personas que se la aplican. Además, evita los casos graves de varicela en más del 95 por ciento de las personas vacunadas. Un pequeño porcentaje de las personas que se aplican la vacuna se contagian de la enfermedad a pesar de estar vacunadas. La denominada infección “por recaída”, por lo general es más leve que la varicela normal y causa menos lesiones.
La dosis. Se recomiendan dos dosis de la vacuna, la primera se debe administrar entre los 12 y 15 meses, y la segunda dosis de refuerzo entre los 4 y 6 años de edad.

Hepatitis A (HepA)
La HEPATITIS A es una enfermedad hepática que afecta entre 125,000 y 200,000 personas por año, alrededor del 30 por ciento de ellas son niños menores de 15 años. El virus se propaga a través del contacto personal o bien a través de la comida o el agua contaminada. Los síntomas de la enfermedad en los niños mayores de 6 años
incluyen fiebre, pérdida del apetito, dolor estomacal, vómitos e ictericia (amarillez de la piel y de los ojos). Los casos graves de hepatitis A pueden causar insuficiencia hepática. Descripción de la vacuna. La vacuna contra la hepatitis
A está elaborada a partir del virus inactivado (o suprimido). Dado que la vacuna es relativamente nueva, se desconoce durante cuánto tiempo confiere inmunidad, pero los especialistas sugieren que puede prolongarse hasta 20 años como mínimo. La dosis. Se recomiendan dos dosis. La primera se debe administrar cuando el niño tiene 12 meses, y posteriormente, se debe administrar una dosis de refuerzo a los 24 meses o al menos 6 meses después de la primera.

MIENTRAS SU HIJO CRECE
Existen otras dos vacunas que quizás deba aplicarse su hijo al crecer:
La vacuna meningococo, recomendada para niños de entre 11 y 12 años (y para niños
entre 2 y 10 años bajo alto riesgo) para prevenir al enfermedad meningococal, la causa principal de la meningitis bacteriana (una infección de los líquidos que rodean el cerebro y la médula espinal) .
La vacuna contra el HPV, se aconseja para los niñas de entre 11 y 12 años, para prevenir la infección de papilomavirus humano que puede causar verrugas genitales y hasta cáncer cervical. La vacuna se aplica en 3 dosis en el curso de 6 meses.

( FUENTE: www.whattoexpect.org o www.cdc.gov/vaccines/recs/child-schedules/ )


¿QUIÉN DEBE MANTENER LA CALMA DURANTE LAS VACUNAS?
Todo padre siente el dolor de su hijo, sea porque se raspó la rodilla, se golpeó la cabeza o le hirieron el ego. Ver cómo una aguja se dirige a la piel sensible de su hijo también puede ocasionar la empatía de los padres, que se complementa
con un poco de ansiedad y quizás, hasta con algunas lágrimas de su parte. En realidad, a veces es difícil decir quién le teme más a las vacunas, si los padres o el niño. Eso es normal y fácilmente comprensible; después de todo, ningún padre
quiere ver sufrir a su hijo, aunque sea por un segundo. Pero la próxima vez que su hijo deba colocarse una vacuna, trate de recordar quién debe mantener la calma. Los niños perciben las emociones de sus padres, y hasta los bebes más pequeños serán sensibles a su miedo y ansiedad. Si Ud. se pone muy nervioso cada vez que ve una
aguja, es probable que su hijo reaccione de la misma manera que usted. Si es un modelo de calma, seguramente su hijo estará más tranquilo también. Por lo tanto, relájese y trate de poner en práctica los consejos mencionados en la página
11 para mitigar el dolor de su hijo cuando le apliquen la vacuna en la próxima visita al consultorio.

MENOS ¡AY! CON LAS VACUNAS
Los pinchazos de las agujas siempre pueden parecer mucho peores de lo que realmente
son (en especial para el padre que observa la aguja acercarse a la piel extremadamente suave de su bebé). El dolor es también fugaz (en general más una sensación de pinchazo que un dolor real), y es un dolor con ventajas significativas (brinda protección contra enfermedades que podrían provocar males mayores).
Aun así, hay formas de ayudar a que su hijo sienta menos dolor en cada pinchazo:
UN ABRAZO SUAVE. Los estudios demuestran que los bebés que están en brazos de sus padres cuando reciben sus vacunas lloran menos.
AMAMANTAR AL BEBÉ DURANTE UN RATO. Amamantar a los bebés inmediatamente antes o durante la aplicación de las vacunas puede atenuar su dolor. Además, la lactancia ofrece también el beneficio del abrazo.
ALGO DULCE. Una pequeña cantidad de agua azucarada en el chupete o en la lengua del
bebé justo antes de la aplicación de la vacuna puede minimizar el factor de dolor.
CUALQUIER COSA QUE LO DISTRAIGA. Se puede distraer fácilmente a bebés y niños pequeños, y eso incluye desviar su atención del dolor. Cantar una canción, mostrarle el juguete favorito, leer un libro, son cosas que pueden distraer a su niño pequeño del dolor que provoca el pinchazo de una aguja o lograr que el tiempo pase tan rápido que ni siquiera sabrán qué los pinchó. Hacer burbujas de jabón también puede ser especialmente entretenido, y, una vez que el niño tiene la edad suficiente para imitar el soplido, esta acción puede realmente minimizar el dolor que se percibe.
LA INSENSIBILIZACIÓN. Otra forma de evitar el grito es tratar previamente el área donde se inyectará la vacuna con una crema anestésica antes de la aplicación. Solicite a su pediatra si ésta crema es adecuada para su niño, y si puede recetarle la crema antes de la próxima vacunación.

EL LLANTO Y LOS MIEDOS DE LOS NIÑOS
Cuando su hijo llega a determinada edad, ya es lo suficientemente inteligente como para darse cuenta de que la mayoría de las visitas al consultorio del médico implican la administración de una vacuna. Esto conlleva a que el niño se ponga sumamente ansioso antes de asistir a la visita y, una vez allí, comience a gritar y a
ponerse inquieto. A continuación encontrará algunos consejos a fin de preparar al niño para que acepte esas inevitables inmunizaciones, así como para disminuir los miedos y el llanto:
Explíqueles con anticipación a los niños más grandes que las vacunas les ayudarán a
mantenerse sanos y evitarán que se enfermen.
Sea sincero sobre las próximas vacunas. No les diga que no les colocarán una inyección cuando no es verdad; esta táctica dará resultado sólo una vez, pero no funcionará en el futuro. No querrá que sus hijos sientan desconfianza hacia los médicos.
Dígale a su hijo que no está mal que llore, pero aliéntelo a ser valiente. Explíquele que la vacuna no duele demasiado (mucho menos que golpearse la rodilla o rasparse el codo) y que el dolor dura sólo un segundo.
Muéstrele cuánto tiempo es un segundo para que vea lo breve que es realmente.
Mantenga la calma. Si cuando se aproxima la fecha de vacunación, Ud. se adelanta a pensar que este momento será difícil o si muestra signos de estrés, su hijo se podría poner ansioso.
Si el médico acepta, permita que el niño elija el lugar donde le colocarán la vacuna (el brazo izquierdo o derecho, por ejemplo)para que tenga un sentido de control sobre
el procedimiento.
Lleve varios objetos que lo distraigan: un osito de peluche que pueda agarrar, un juguete para hacer burbujas (enséñele a soplar durante la administración de la vacuna; esto puede reducir el dolor), o un libro favorito para leerle en voz alta. Pedirle al médico que “examine” primero a la muñeca o al osito de peluche mientras el
niño lo sostiene puede ayudar a calmar la ansiedad.
Elogie mucho al niño después de la aplicación de la vacuna (incluso si gritó y lloró
todo el tiempo). Esta actitud es importante para un niño pequeño, por lo tanto, para
tener mejores resultados la próxima vez, elógielo mucho.
Considere la posibilidad de hacerle una invitación después de la inyección: prométale
ir al parque infantil, visitar el museo para niños, ir a la heladería o a la juguetería para comprarle un juguete económico. Mantenga su promesa aun si el niño no se portó bien. El sólo hecho de haberse dejado colocar la vacuna le da el derecho de disfrutar de la invitación; comportarse correctamente no debe ser una condición.
Nunca le amenace con las vacunas, por ejemplo, no le diga: “Si no dejas de llorar (o
no te metes en la bañera… o no estás listo para la cena) en este instante te llevo al
médico para que te ponga una vacuna”.

CUÁNDO SE DEBE LLAMAR AL MÉDICO DESPUÉS DE UNA INMUNIZACIÓN
Aunque las reacciones graves a las inmunizaciones son raras, debe llamar al médico si su bebé presenta cualquiera de los siguientes síntomas dentro de los dos días posteriores a la administración de la vacuna:
Fiebre alta (más de 104°F).
Llanto durante más de tres horas seguidas (no debe ser confundido con cólicos).
Ataques y convulsiones, frecuentemente están asociados con la fiebre alta.
Convulsiones graves y persistentes o cambios importantes en el estado de la consciencia.
Falta de interés, apatía, somnolencia excesiva.
Manifestación de una reacción alérgica (como la inflamación de la boca, la cara o la garganta, dificultad en respirar, sarpullido).
Cambios en la conducta: usted conoce a su hijo mejor que nadie, así que si nota algún tipo de comportamiento que no es habitual en él, es importante que consulte al pediatra.

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